lunes, 12 de mayo de 2008

IV

Ora que vienen lo que en México llamamos las Fiestas Mexicanas me viene así como mil cosas a la cabeza. Ya ven que además de todo soy inteligente y reflexivo.

Como es de esperarse yo he viajado por todo el mundo y por mi oficio conozco gente de casi todas partes. Recuerdo que cuando comenzaba mi carrera en las pasarelas más prestigiadas me preguntaban: ¿De dónde eres?; y yo, si era alguien, le contestaba: De México. Era fabuloso ver la quijada rebotar en el suelo. Por alguna razón nunca me creían hasta que hablaba español elocuente, y es que entiendo que sea difícil creerlo al ver mis enormes ojos verdes y mi marmórea piel, o al oír mi perfecto inglés. Los extranjeros están bien piratas.

Todos los que han venido a este país se fascinan. Y uno puede distinguir hasta su nacionalidad por el lugar que visitó: si son españoles y franceses, Oaxaca o la Rivera Maya; si son alemanes y así, la Sierra; si son gringos, Cancún; y si de plano son de Sudamérica, pues la Condesa.
Además me di cuenta que ser de México es así como ser de otro planeta. Todo mundo tiene una idea de cómo es su tierra y su gente. Inmediatamente te abordan con preguntas así como que cómo es Acapulco y si usamos sombreros gigantes y dormimos junto a los cactos. Y los entiendo, después de todo yo también creía que los australianos se trasladaban en canguros y que los negros africanos eran caníbales reductores de cabezas.

A estas confusiones hay que agregar que los mexas en el extranjero así como que se transforman. No sé si porque ya comen y se pueden comprar carro al mismo tiempo. Se les pega tanto el acento del país en el que están que se vuelven así como esos changuitos que hacen cosas de seres humanos. Rarísimos. Qué bueno que mis papis siempre me tuvieron viajando por el mundo para que no naqueara tanto cuando me volviera un ídolo internacional. Ya ven lo mucho que batallaron Ricky Martin y JLo para quitarse lo tájuaros.

Luego, en el extranjero los mexicanos celebran el 5 de mayo como el día de la mexicanidad trasterrada. Eso sí no lo entiendo, ¿qué tiene que ver el natalicio de Don Benito Juárez con lo mexicano? No hay como venir a tu tierra a dar el grito desde algún balcón alejado de las masas y con una botella en la mano. Al final de cuentas la independencia de nosotros los criollos es lo que nos hizo mexicanos, ¿no? Y cualquiera que conozca a fondo a tantos españoles como yo sabrá que separarnos de la Madre Patria fue lo mejor que nos pudo pasar. Si no andaría por la vida manchando y apestando la ropa carísima de diseñador que modelo todos los días.

Cierto: yo no soy mexicano de sangre, pero si de nacimiento y corazón. Qué bueno que somos país pobre porque eso nos hace más folclóricos. Qué bueno que estamos en este lugar de la tierra porque así no gastamos tanto en combustible para el jet privado y así. ¡Viva México! Y como dijo Paulina: dame otro tequilaaaaaaaaaaa
eXTReMe Tracker